lunes, 18 de noviembre de 2013

LOS DUENDES Y LA MALDICION DE LAS BRUJAS.

Autor: Jesus Arzola
Cuenta la leyenda que en una casa embrujada y maldita por una brujas, donde una familia compro las casa y llegaron a vivir con sus hijos pero ello nunca imaginaron que sería su peor decisión de vida, porque su hijo mediano que se llamaba Julián estaba pequeño, él tenía cinco años, este niño era muy bueno, era educado, alegre, agradable, amistoso, gracioso. Pero no tenía amigos ya que se  habían cambiado de estado de la república. Esta familia venia de puebla.
Una noche cuando ya toda la familia se había dormido por completo, en el cuarto de Julián que tenía unas ventanas de cristal muy grande donde se podía ver un paisaje de unas montañas y que también se podían ver las estrellas, todas las ventanas se abrieron rápido y Julián se despertó, Julián vio a unos niños que estaban un poco más pequeño que él.
 Estos niños eran duendes que tenían como chipotes en todo el cuerpo y vio que flotaban, no se podía ver bien sus pies porque había como niebla debajo en donde deberían estar sus pies, pero la niebla no tocaba el piso y las manos se veían como si fuera una sombra que tenía unos dibujos muy extraños de color rojo como la sangre. Estos duendes levaban a Julián a jugar y como Julián no tenía amigos y él quería jugar porque no había jugado desde hace mucho con alguien, Julián acepto ir con ellos pero los duendes antes de irse a jugar le pusieron unos polvos mágicos que hacían que durmieran muy profundo y no poder despertarse y para asegurarse, les pegaban pero lo disfrutaban mucho, cuando acabaron llevaron a Julián volando hasta una montaña donde desde el cielo se podían ver unas luces de color amarillo con anaranjado que iban saltando de un lugar a otro y cuando llegaban allí las luces eran lanzadas por unas viejitas que estaba lanzándoselas y estaban riéndose muy fuerte.  Cuando llegaron se pusieron a jugar y así paso muchas nuches, pero siempre al día siguiente estaba de muy mal humor, no quería comer porque los duendes le daban comida y dulces. Una noche fueron a jugar y antes de que amaneciera lo llevaron a su casa, cuando lo dejaron le dijeron que si quería segur juagando con ellos y que tendría todo lo que quisiera en cuanto a dulces o juguetes, tenía que hacer una cosa muy importante y Julián dijo que si, que no habían ningún problema que el haría todo lo que le pidieran. Ellos le dijeron “tienes que matar a toda tu familia y entregársela a las brujas que juegan con las bolas de fuego” Julián dijo que si hacia eso ya no tendría familia, a lo cual los duendes le dijeron que el ya pertenecía a una familia, en la cual no tenía que preocuparse de nada y que no lo molestaría nadie, y Julián dijo que no podría hacerle eso a su familia, a lo cual los duendes le respondieron que ya no podía dejarlos porque si no, solo los haría sufrir más, Julián se negó completamente y antes de que amaneciera su mamá se había fracturado la columna vertebral y su papa se estaba desangrando, su hermana esta inconsciente y estaba flotando sobre una fogata, el hermano más pequeño había muerto.
Julián no podía hacer nada el teléfono no serbia y las puertas estaban selladas y no tuvo otra opción que hacer lo que los duendes le pidieron cuando acabo de matar a toda su familia los cuerpos se encendieron de fuego automáticamente y desaparecieron de la casa, de repente el día se hizo obscuro y los duendes llegaron por él, cuando noto que ya no tenía pies y de sus brazos derramaba mucha sangre y se estaban formando figuras muy raras.

Julián se convirtió en uno de esos duendes e hizo lo mismo con otras familias que llegaban a esa casa. Las familias que entran nunca salen pero aun así siempre se puede vender esa casa.
Editor:Karla Ivette Bautista Luis

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