EL
CONEJO Y EL CUYO.
Autor: Ivette Bautista Luis
Una soleada mañana iba por un camino entre el bosque un
Cuyo, de pronto se le aparece un lobo y le dice:
-Si no quieres que te coma tienes que seguir estas
instrucciones al pie de la letra y solo te lo diré una vez.
El pobre Cuyo asustado le
respondió:
-Muy bien señor lobo, seguiré sus instrucciones pero por
favor no me coma.
El lobo le explicó muy bien al pequeño Cuyo, y este como
estaba muy asustado le obedeció, su trabajo era muy sencillo solo era atraer a
otra presa y después buscar unas cuantas cosas que el lobo había perdido. Al término
de sus labores regresó con el lobo junto con un Conejo, el lobo muy contento le
dijo:
-Muy bien pequeño Cuyo a pesar de ser tan pequeño sabes
entender muy bien, te puedes ir y muchas gracias.
El lobo entonces le hizo la misma propuesta al Conejo pero
a él le dijo:
-Ve y busca un refugio para mí donde en esta noche fría y
tenebrosa me pueda cubrir del frio y de otros animales.
El conejo no entendiendo bien lo que el lobo le había
dicho se fue a buscar otras cosas que no tenían nada que ver.
Al llegar ahí el conejo le dijo al lobo:
-Aquí está todo lo que me has pedido, ¿ahora me dejaras
marchar verdad?
El lobo muy enojado le respondió:
Yo no te he pedido nada de estas cosas, solo te he pedido
buscar un refugio, como es posible que a pesar de tener esas orejas tan grandes
no puedas escuchar y entender, ahora te comeré.
Editor:
Rafael
Martínez S.
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