La Casa del terror
Autor: Rafael Martínez S.
Hace muchos años atrás, en una de pueblos de la ciudad de Oaxaca circulaban rumores acerca de acontecimientos extraños que ocurrían en la casa más vieja de la ciudad, esta era tan grande que sobresalía de las demás, al mismo tiempo que era la que tenía un aspecto muy antiguo que provocaba una sensación espantosa con tan solo caminar cerca de ella, esta casa pertenecía a los abuelos de Juan.
Un día los padres de Juan, artos de sus malas calificaciones en la escuela, lo mandaron en sus vacaciones de castigo con su abuelo puesto que él, en su época de juventud fue de los mejores estudiantes que pudo haber en la ciudad de Oaxaca, era muy bueno para todo.
Con esto nuestro joven amigo no tuvo de otra más que asistir de una muy mala gana sin saber lo que en esta casa macabra le esperaba. Para su mala suerte, la casa del abuelo quedaba algo lejos, ya que había decidido alejarse de la civilización para estar a gusto con silencio y tranquilidad que no puede haber en la ciudad, así que Juan hizo un corto camino de 30 minutos, al llegar por el rumbo donde vivía el abuelo, la casa con una facha más desarreglada a comparación de las demás, era la del abuelo, al pararse en la entrada, sintió unos escalofríos, que hicieron que a Juan le entrara un sensación mala, quería regresar, pero no había marcha atrás, sus padres ya lo habían castigado, además ya había tocado el timbre de la casa.
El abuelo tenía una cara de gruñón, pero no, fue muy gentil con Juan, a pesar de que no se habían visto nunca antes. Los primeros días no eran más que de estudio y formulas, problemas, aritmética y entre muchas otras cosas de esas que tenían que ver con matemáticas, ya que era en lo que iba peor, lo cual lo dejaba muy agotado.
Juan preparó sus cosas y se fue a dormir en la noche del 2 de noviembre, pero a la media noche fue despertado por una melodía que no había escuchado antes. Intrigado, se paró de la cama y empezó a caminar hacia la fuente de dicho sonido, cuando salió de su habitación la casa estaba hecha una fiesta increíble, con luces de colores y gente que el desconocía, parecía una fiesta de gala, ya que todos los hombres usaban sombreros grandes con una pluma, zapatos de 2 colores, enormes pantalones abombados y sacos enormes con corbata y camisa, mientras que las mujeres usaban vestidos chonchos, sobreros y algunas traían un abanico en la mano.
Asustado, pero al mismo tiempo lleno de dudas, comenzó a buscar a su abuelo por toda la casa pero no lo encontraba, hasta que al andar por el pasillo, una mano lo detuvo, era una mano fuerte y parecía ser de un joven, al girar la cabeza, Juan observó una versión joven de como era su abuelo y del susto cayó al suelo. Este le contesto:
-No temas hijo es momento que conozcas la verdad acerca de la casa
-¿Verdad?-dijo Juan- Verdad… ¿de qué?
-Cuando tu abuela y yo nos conocimos fue en un baile a la edad de 20 años, fue en un baile del barrio, al que yo no quería ir, ya que me daban flojera este tipo de bailes, pero fue justamente en ese baile, que ambos nos vimos y nos enamoramos a primera vista, yo lleno de nervios, la invité a bailar, arriesgándome a que se riera de mi por mi forma de bailar, entonces esta fue nuestra primera canción, un exquisito danzón, ideal para conquistar.
-Pero no entiendo… ¿a qué viene todo esto?
-A que desgraciadamente, no sé si sabias, pero tu abuela falleció poco tiempo después de casarnos, pero me di cuenta al pasar las noches yo sólo que su espíritu no se fue por completo, sentía que me daba señales. Una noche como esta, de la nada se tocó ese disco que está sonando ahora mismo, vi la fiesta totalmente sorprendido como lo estas tu ahora, pero logré verla, y así cada noche lo pongo y ella sale para revivir nuestro encuentro romántico.
-La verdad me parece una historia romántica además de que es muy hermosa abuelo
-y lo es hijo, pero hay un detalle…
-¿Cuál es?
-Que para que ella tenga fuerzas de salir cada noche debemos ofrecer un alma mortal cada año…y parece ser que tú eres el único mortal en esta fiesta
En ese momento Juan se dio cuenta que estaba siendo rodeado y no precisamente de personas, si no de espíritus, espíritus malévolos, todos los invitados que iban de gala, habían perdido su estilo, ahora su vestimenta estaba sucia, rota y con manchas de sangre, físicamente todos tenían la cara desfigurada, algunos con cortadas y otros ni forma tenían, unos más sin dientes y alguno ni ojos tenían.
Juan del miedo intentó pelear por salir de aquella casa, pero todo intento fue en vano, estaba en shock y no logró controlar sus movimientos, corrió demasiado rápido al bajar las escaleras que pisó mal un escalón y cayo perdiendo la conciencia, momento que fue aprovechado por los espíritus para ofrecer a Juan como tributo.
Cuando las vacaciones acabaron y los padres de Juan llegaron a la casa, tocaron la puerta pero nadie abría, los vecinos al escuchar los fuertes golpes que el papá daba a la puerta, salieron para hablar con los padres quienes preguntaron por su hijo y el abuelo.
Los vecinos extrañados de que los padres no supieran nada acerca de la casa y del dueño, confirmaron con el padre que desde hace más de 20 años la casa está en mal estado y nadie vive ahí, solo se escucha por la noche un viejo mambo que nadie se atreve a bailar.
Editor: Estefanía Roque Vargas
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