Una sonrisa
Autor: Alejandro Martínez.
Aquel día era un día normal como todos, con la luz del sol y el sonido de las aves y el viento correr. Nunca imaginaria que ese día cambiaria el destino de mi vida por completo tal vez todos lo verían como un hecho sin trascendencia pero para mi marcaba el inicio de un nuevo comenzar.
Comenzaba ese día como todos levantarme, desayunar y prepararme para esperar al autobús de la escuela. Un día aburrido como todos, asistir a la escuela y apurarme por que mis padres decían que de ello dependería mi futuro, pero a mi que me importaba mi futuro en ese momento. Subí al camión y ahí estaba mi amigo Juan ese amigo que siempre estará para ti sin importar nada. Llegue y me saludo
-Hola Sergio.
-Hola Juan ¿Como va todo?
-Muy bien ya sabes lo mismo de siempre, tareas, proyectos, etcétera pues la vida de un estudiante.
Bajamos del autobús y el día en la escuela iba de maravilla hasta que me dieron la noticia de que había reprobado y que tendría que presentar el examen por última vez, aun no lo podía entender como podía ser posible si días anteriores había estudiado todo el día. Y para terminar de arruinar el día la niña de la que estaba enamorado ya tenía novio y la vi pasar justo en frente de mí. Juan se acerco a mí y no le hice caso, en ese momento me sentí destruido, quería gritar y desaparecer.
A la salida me fui solo en el camión ya que Juan no me hablo después de lo sucedido. Me baje del autobús con la ira y las ganas de desaparecer y olvidar todo, me sentía el hombre mas desafortunado del mundo, hasta que al ir caminado me encontré a un niño de quizás unos 8 años tirado en el suelo lleno de golpes y decidí llevarlo al hospital.
Marque a casa para avisar que me encontraba en el hospital por que había llevado a un niño y mi madre dijo que no había problema que me esperaban en la noche.
Cuando el niño se levanto el doctor me explico que alguien lo había golpeado y que si yo no lo hubiese llevado al hospital el niño habría muerto.
-Puedes pasar a ver al niño, ya despertó.
-Si claro muchas gracias.
Al ingresar al cuarto el niño dijo:
-¿Quién eres? ¿Qué hago aquí? ¿Qué haces aquí?
El niño tenía una mirada de miedo y tristeza que no podía ocultar. Yo conteste
-Hola me llamo Sergio y tu estas aquí porque te encontré golpeado en la calle y decidí traerte al hospital. Puedo preguntarte algo.
El niño ascendió con la cabeza
-¿Qué te sucedió? ¿Por qué estabas golpeado y tirado en el suelo?
-Me golpearon por que tenia mucha hambre no había comido nada en todo el día y había encontrado un pedazo de pan pero al tomarlo otro niño igual que yo hambriento me lo quito y como no lo quise dar pues me golpeo.
Un silencio en la habitación después de que el niño acabo de hablar. Hasta que el niño comenzó a llorar y dijo:
-Necesito levantarme e irme de este lugar.
-Por que quieres hacer eso aquí estas bien nadie te va a lastimar.
Mi celular sonó y tuve que contestar ya que era mi madre
-¿Qué sucede hijo te estamos esperando?
-Ma me quedare a dormir aquí hay alguien que me necesita y no lo dejare solo
-¿Estas seguro?
-Si ma yo te aviso mañana que pasa va?
-Esta bien hijo
-Disculpa era mi madre que quería saber que me pasaba.
Entonces el niño volvió a llorar y yo pregunte:
-¿Qué sucede puedes confiar en mi dime que te pasa?
-Mi mamá es que ella…..
-Es que ella que dime
-Ella esta muy mal ella esta enferma y me necesita a su lado y yo estoy aquí en esta cama sin poder hacer nada y eso me hace sentir la peor persona del mundo
Salí a hablar con el doctor para pedirle de favor que diera de alta al niño y el me dijo que si pero que el niño necesitaba reposo por que si no el niño no se repondría yo le dije que si que no había problema.
Regrese al cuarto y me prepare para llevarme al niño.
-¿Estas listo?
-¿Listo? ¿Para que?
-Iremos a tu casa a ver tu mama ¿Te parece?
-Si claro gracias no se como te lo pagare.
-Me lo pagaras con una sonrisa eso es todo lo que necesito
Al ir camino a su casa mire la cara del niño llena de ilusión, el camino estaba muy feo peligroso para mi gusto y muy escondido.
Al llegar entramos por una puerta de lámina casi calleándose. El niño dijo
-¿Quieres pasar te presentare a mi mamá’
-Claro que si con mucho gusto
Al entrar al cuarto todo se veía botado y sucio pero al mirar a la cama observe a una mujer que muy emocionada pregunto por su hijo y muy amablemente dijo:
-Gracias joven no se como se lo puedo pagar todo lo que a hecho por mi hijo
No pude evitar observar el rostro de aquella mujer que se encontraba en la cama luchando por la vida gracias al amor que le tenia a su hijo luchaba contra su peor enemigo la muerte que en este caso era el cáncer.
-No tiene nada que agradecer
El niño salió un momento y yo lo vi así que decidí ir a verlo. Le pregunte:
-¿Qué tienes?
-Es que mi mamá… me gustaría poder cambiar el papel que yo estuviese en esa cama y ella aquí.
No sabia que decir por ello decidí abrazarlo y decirle que todo estaría bien y le dije que fuera a comprar las medicinas de su madre con mi dinero. El niño me agradeció y dijo gracias.
Entre nuevamente a la habitación y su madre me dijo.
-¿Puedo pedirle un favor?
-Si claro dígame.
-Prométame algo que cuidara a mi hijo por favor
La mujer se veía cansada y de sus ojos salían unas lágrimas que corrían por todo su rostro.
-Claro que si señora pero no tiene por que pensar así usted estará bien.
La mujer me pido de favor que fuera por un vaso de agua y fui por el cuando de repente escuche un grito y fui corriendo.
Vi al niño llorando y gritando. Su madre había muerto.
Marque a casa y pedí que fueran a la dirección de la casa del niño. El niño no podía dejar de llorar y yo no podía dejar de pensar en que yo me creía desafortunado pero que realmente era el hombre mas afortunado.
Días después el niño se fue a vivir a mi casa y puede ver como la vida es tan corta y que no es fácil pero nadie dijo que lo seria. El niño aun lloraba pero ya no tan seguido como antes y eso me hizo muy feliz.
Editor: Estefanía Roque Vargas
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