Una tonta en apuros
Autor: Raúl Morales Zumano
Un día, al ir al doctor por unos análisis, el doctor habló muy seriamente conmigo y me dijo que solo me quedaban 2 meses de vida; fue algo sorprendentemente impactante, no lograba siquiera entender o comprender lo que me decía, estaba entrando en shock.
Sentí que realmente mi vida se había vuelto miserable, sin sentido, de una forma u otra, moriría en pocos días… me puse a tuitear sobre lo miserable que se había vuelto mi vida, y fue ahí donde algo ocurrió; de la nada, me llego una mención de una persona que ni siquiera conocía, pero sí la había visto una que otra vez, me cayó muy bien, demasiado, así que le comencé a escribir y empezamos a hablarnos todos los días, eran días estupendos, más porque él me apoyó y salía y compartía mucho de su tiempo conmigo.
Le conté rápidamente a mi amiga lo que sucedía, todo lo que me había pasado y ella me dijo que lo conocía, así que el chico nos invitó a su partido. Justo cuando iba a pasar por nosotros, me hablo mi médico para que fuera rápidamente a visitarlo y tuve que salir de ahí para verlo, dejando al chico plantado.
Al llegar con mi doctor, me dio una gran noticia, al parecer, había confundido los estudios, no tenía nada, estaba sana, no moriría. Corrí a contarle al chico lo que sucedía y pidiéndole disculpas por haberlo dejado plantado, a lo cual el acepto sin protesta alguna.
Seguimos hablando hasta por video llamadas y un día, él me invitó a una cita. Llegó el día en el que saldríamos, pasó por mí, muy bien vestido y con un delicioso aroma; me llevo a cenar a un lugar estupendo, uno que ni siquiera sabía que existía. Después de cenar, hubo un momento mágico, saco una rosa, me miró a los ojos y con unas muy delicadas palabras dijo: "estoy enamorado de ti".
No supe cómo reaccionar, me agarró por sorpresa, yo no estaba ni siquiera segura de qué sentía en ese momento, así que hice la cosa más insensata que podría hacer una mujer ante un hombre enamorado, le dije que solo lo quería como amigo, y a pesar de todo lo que él hacía no lo podía ver como algo más; que tonta…
Volvimos a mi casa y se despidió muy cortésmente.
A partir de ahí, seguimos hablándonos desde mensajes hasta video llamadas, seguimos saliendo y compartimos momentos muy bonitos, se ha convertido en un gran amigo para mí, aunque aún no estoy segura de lo que yo podría sentir…
Editor: Raúl Morales Zumano.
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