El
oso tragón
Autor: Estefanía Roque
Vargas
Un día muy soleado iba el
conejo brincando muy contento por el bosque, no tenía nada que hacer ya que
había terminado todas sus labores pendientes. De pronto se encontró con un oso,
era demasiado grande, trato que esquivarlo pero, como iba muy rápido le fue
casi imposible. En ese momento despertó el oso muy enojado y comenzó a gritar
-¿Quién te crees para venir
a despertarme? –Grito el oso
-Disculpe señor oso, esa no
era mi intención, yo solo iba de paso… -Dijo el pequeño conejo.
-A mí eso no me importa, te
tendré que comer, tengo mucha hambre
-No por favor no me coma,
hare lo que usted me pida, pero, no me coma…
-Ah! ¿Con que harás lo que
yo te pida?
-Si gran oso, eso haré.
Entonces el oso se quedó
pensante y dijo:
-A ver, tengo mucha hambre y
estoy muy cansado así que, irás a buscarme comida, si no quieres que te coma
tráeme lo suficiente.
El conejito aceptó y fue en
busca del alimento. Tiempo después regreso muy cansado, pero traía una bolsa lo
suficientemente llena para alimentar al oso.
-Aquí está tu alimento oso.
-Muchas gracias conejito, me
has sido muy útil.
Desde ese día el conejo y el
oso se hicieron amigos y no volvieron a discutir jamás.
Moraleja:
Siempre tenemos que solucionar las cosas hablando, es la única manera humana de
hacerlo.
Editor:
Rafael Martínez S.
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