La luna es de queso
Autor: Jesús Arzola Boijseauneau
Había una vez una niñita muy bonita que pensaba que la luna era de queso y que se podía comer ya que su madre le contaba historias para dormir y una historia con la que quedo muy fascina fue que la luna se podía comer porque era de queso. Desde ese día Rosy intentó llegar a la luna porque ella era muy pobre y no tenía mucho que comer, había días que no comía a lo cual pensaba que sí llegaba a la luna traería comida para toda su familia y para otras personas que fueran más pobres que ella, no le importaba que comiera queso todos los días solo buscaba comer y ayudar a otras personas. Con este deseo intentó llegar a la luna, la primera vez que lo intento juntos muchos carrizos para poder tocar la luna primero puso uno y luego amarro otro en el extremo y uno tras otro y luego otro y así sucesivamente, Rosy se cansó mucho y ya estaba amaneciendo. Llego a su casa y ya no estaba su mamá porque se había ido a trabajar así que se durmió en el piso ya que no tenía cama.
A la noche de la semana siguiente volvió a intentar llegar a la luna, esta vez estaba decidida a llegar a la luna así que se llevó un cuchillo y un, esta vez trató de llegar en un papalote que había hecho con carrizo y bolsas de plástico, este papalote lo hizo en toda una semana porque lo hizo un poco grande. Se llevó un morralito que tenía, en el llevaba las tlayudas, el cuchillo y una foto de su mamá, su hermano y su abuela. Rosy estaba muy contenta y muy emociona porque pensaba que esa noche llegaría a probar el sabor del queso de la luna, pero por desgracia no pudo llegar porque el papalote no tenía la fuerza suficiente para llevarla a la luna, así que Rosy se puso muy triste.
A la noche de la semana siguiente volvió a intentar llegar a la luna, esta vez estaba decidida a llegar a la luna así que se llevó un cuchillo y un, esta vez trató de llegar en un papalote que había hecho con carrizo y bolsas de plástico, este papalote lo hizo en toda una semana porque lo hizo un poco grande. Se llevó un morralito que tenía, en el llevaba las tlayudas, el cuchillo y una foto de su mamá, su hermano y su abuela. Rosy estaba muy contenta y muy emociona porque pensaba que esa noche llegaría a probar el sabor del queso de la luna, pero por desgracia no pudo llegar porque el papalote no tenía la fuerza suficiente para llevarla a la luna, así que Rosy se puso muy triste.
A los tres días siguientes se le ocurrió otra manera de llegar a la luna, esta vez con globos, y fue con su vecino Tomás que vendía globos en el zócalo de la ciudad, igual era una persona humilde pero era muy bondadosa, así que Rosy le pidió que le regalará un globo, el señor Tomás se lo dio con mucho cariño y Rosy le deseo que tuviera un muy buen día. En esa noche Rosy volvió a intentar ir con el globo ella pensaba que sí se comía el aire que tenía adentro el globo podría volar pero una vez más no pudo ir a la luna, no siquiera pudo levantarse un poquito del piso, ella pensó que tal vez funcionaria si tuviera mucho globos así que le volvió a pedir a su vecino que le regalará más globos. El señor Tomás le regaló más globos porque vio que por esta única ocasión podría ver a Rosy más feliz de lo que pudo imaginar, el señor Tomás no le preguntó porque quería los globos solo le dijo que intentara ser feliz y que tomará todo lo bueno que tiene la vida porque en cualquier instante se puede ir.
El señor Tomás y Rosy eran como mejores amigos, era como una padre para ella ya que el suyo murió antes de que ella naciera. Esa noche Rosy volvió a intentar llegar a la luna pero otra vez no lo consiguió, Rosy estaba muy triste y regreso a su casa antes de que amaneciera pero antes soltó los globos muy enojada porque decía que eran inútiles por no poder hacer que Rosy se elevará, Rosy llego a acostarse al lado de su madre la cual estaba muy cansada de trabajar, Rosy al verla se puso a llorar más por no poder traerle queso de la luna a su mamá, pero como su mamá estaba muy dormida no pudo oírla así que Rosy se quedó dormida de tanto llorar
La noche siguiente salió a la calle a contemplar la luna cuando de repente aparece una cometa. Una estrella fugaz. Ella en seguida recordó cuando una vez escucho hablar a unas personas en la calle las cuales dijeron que cuando viera una estrella voladora podía pedir un deseo pero lo tenía que desear más que nada y con todas las fuerzas del mudo lo debía pedir para que se pudiera cumplir, así que Rosy cerró los ojos y pidió el deseo el cual era así " deseo con todo mi corazón ir a la luna a cortar trozos de queso para poder darle de comer a mi mamá, mi hermano, mi abuela, al señor Tomás y a otras persona que más lo necesitan y si me sobra quesito lo venderé para que mi mami ya no tenga que trabajar tanto" Rosy regreso muy feliz a su casita y se quedó durmiendo a lado de su mamá y soñó que en un globo aéreo estático viajaba a la luna y desde arriba podía ver toda la ciudad donde vivía y más arriba podía ver todo el mundo, cuando llegó a la luna le dio un mordisco y se puso muy feliz porque era una experiencia que nunca había tenido y comenzó a cortar trozos de que queso de la luna hasta llenar la canastilla del globo aéreo estático y decidió regresar a la tierra para darle queso a su madre y los demás, cuando regresó todos estaban muy felices y comieron hasta saciarse después se dividieron las rebanadas de queso para regalarles a los personas más pobres que ellos conocían, después se volvieron a reunir y con las rebanadas de queso que sobraron que aún eran muchas Rosy las comenzó a vender después ella y su familia se volvieron ricos. Rosy tenía todo lo que había deseado alguna vez, como tener una cama donde dormir, tener muñecas con las cuales jugar, comer todos los días, ir a la escuela y tener muchos amigos y amigas, y sobretodo estar muy felices e con su mamá, su abuela, su hermano y el señor Tomás.
Rosy se despertó de la emoción y cuando se dio cuenta solo fue un sueño, ella pensaba que se había cumplido el deseo que pido a la estrella fugas y Rosy se puso muy triste hasta el punto que se deprimió mucho, para poder alegrarla su mamá la llevo a comprar un helado el que ella más quisiera y como lo quisiera, su mamá ocupo todos los ahorros que tenía para poder comprárselo pero como Rosy sabía que era de esos ahorros así que decidió que mejor los guardara para después que se pudiera presentar una necesidad y su mamá insistió en comprárselo porque cuando pasaban por la heladería Rosy siempre se quedaba viendo los helados pero ella se negó a aceptar el obsequio que su mamá le quería dar.
Su abuela al verla tan triste le pregunto qué era lo que le pasaba pero Rosy no le quiso decir. Y su abuela hablo con su hija, la mamá de Rosy, para qué hablara con ella pero su mamá ya había tratado de saber que le pasaba a Rosy pero no le quiso decir así que la mamá y la abuela de Rosy decidieron hablar con el señor Tomás para que hablara con ella porque ellos tenían una muy buena relación y platicaban así como también tenían secretos.
El señor Tomás hablo con Rosy esa noche ya que la vio que estaba llorando en la calle viendo la luna, el señor Tomás llegó y la abrazo y le preguntó qué era lo que le pasaba, porque estaba llorando, Rosy al principio no querían decirle pero al final le término contando todo lo que le había pasado y el deseo que tenía para ayudar a las demás personas. El señor Tomás le dijo que no podía hacer eso ya que la luna es la esposa del señor sol y si le quitaba una pedacito por más mínimo el señor sol se pondría muy triste y así no se iluminaría en el día no nos daría calor y las hijas de la señora luna llorarían por no tener a su mamá completa y se apagarían porque su mamá es quien les da esa luz para vivir. Y el señor Tomás hizo la comparación de que sí a Rosy le gustaría que le quitaran un pedazo no importara por más mínimo que fuera pero que le quitará a su mamá a lo cual ella contesto que no le gustaría porque ella amaba su mamá.
Desde esa noche Rosy comprendió que no se podía comer la luna porque tenía una familia igual que ella.
Editor: Estefanía Roque Vargas
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