lunes, 18 de noviembre de 2013

LOS DUENDES Y LA MALDICION DE LAS BRUJAS.

Autor: Jesus Arzola
Cuenta la leyenda que en una casa embrujada y maldita por una brujas, donde una familia compro las casa y llegaron a vivir con sus hijos pero ello nunca imaginaron que sería su peor decisión de vida, porque su hijo mediano que se llamaba Julián estaba pequeño, él tenía cinco años, este niño era muy bueno, era educado, alegre, agradable, amistoso, gracioso. Pero no tenía amigos ya que se  habían cambiado de estado de la república. Esta familia venia de puebla.
Una noche cuando ya toda la familia se había dormido por completo, en el cuarto de Julián que tenía unas ventanas de cristal muy grande donde se podía ver un paisaje de unas montañas y que también se podían ver las estrellas, todas las ventanas se abrieron rápido y Julián se despertó, Julián vio a unos niños que estaban un poco más pequeño que él.
 Estos niños eran duendes que tenían como chipotes en todo el cuerpo y vio que flotaban, no se podía ver bien sus pies porque había como niebla debajo en donde deberían estar sus pies, pero la niebla no tocaba el piso y las manos se veían como si fuera una sombra que tenía unos dibujos muy extraños de color rojo como la sangre. Estos duendes levaban a Julián a jugar y como Julián no tenía amigos y él quería jugar porque no había jugado desde hace mucho con alguien, Julián acepto ir con ellos pero los duendes antes de irse a jugar le pusieron unos polvos mágicos que hacían que durmieran muy profundo y no poder despertarse y para asegurarse, les pegaban pero lo disfrutaban mucho, cuando acabaron llevaron a Julián volando hasta una montaña donde desde el cielo se podían ver unas luces de color amarillo con anaranjado que iban saltando de un lugar a otro y cuando llegaban allí las luces eran lanzadas por unas viejitas que estaba lanzándoselas y estaban riéndose muy fuerte.  Cuando llegaron se pusieron a jugar y así paso muchas nuches, pero siempre al día siguiente estaba de muy mal humor, no quería comer porque los duendes le daban comida y dulces. Una noche fueron a jugar y antes de que amaneciera lo llevaron a su casa, cuando lo dejaron le dijeron que si quería segur juagando con ellos y que tendría todo lo que quisiera en cuanto a dulces o juguetes, tenía que hacer una cosa muy importante y Julián dijo que si, que no habían ningún problema que el haría todo lo que le pidieran. Ellos le dijeron “tienes que matar a toda tu familia y entregársela a las brujas que juegan con las bolas de fuego” Julián dijo que si hacia eso ya no tendría familia, a lo cual los duendes le dijeron que el ya pertenecía a una familia, en la cual no tenía que preocuparse de nada y que no lo molestaría nadie, y Julián dijo que no podría hacerle eso a su familia, a lo cual los duendes le respondieron que ya no podía dejarlos porque si no, solo los haría sufrir más, Julián se negó completamente y antes de que amaneciera su mamá se había fracturado la columna vertebral y su papa se estaba desangrando, su hermana esta inconsciente y estaba flotando sobre una fogata, el hermano más pequeño había muerto.
Julián no podía hacer nada el teléfono no serbia y las puertas estaban selladas y no tuvo otra opción que hacer lo que los duendes le pidieron cuando acabo de matar a toda su familia los cuerpos se encendieron de fuego automáticamente y desaparecieron de la casa, de repente el día se hizo obscuro y los duendes llegaron por él, cuando noto que ya no tenía pies y de sus brazos derramaba mucha sangre y se estaban formando figuras muy raras.

Julián se convirtió en uno de esos duendes e hizo lo mismo con otras familias que llegaban a esa casa. Las familias que entran nunca salen pero aun así siempre se puede vender esa casa.
Editor:Karla Ivette Bautista Luis

LOS TERRORIFICOS SUCESOS DE ALISTIAN.

Autor: Karla Ivette Bautista Luis 
Se cuenta que hace mucho tiempo en un pueblo llamado Alistian; vivía muy humildemente una familia de granjeros, a los cuales el pueblo los tachaba de ladrones, ellos tenían por hija a una joven muy bella, ella tenía los ojos claros, la piel clara y un cabello largo y muy hermoso, se llamaba Susana. Ellos eran los únicos que tenían un perro en el pueblo pues nadie sabe qué había sucedido con los demás, aquel perro cada madrugada ladraba y aullaba muy fuerte pero ninguno de los que vivían ahí se atrevía a salir o asomarse a la ventana.
 A la mañana siguiente aparecía un camino de sangre que atravesaba medio pueblo, partía desde el pie del cerro hasta una gran cueva que había al final del pueblo a la cual los habitantes llamaban “la cueva del demonio” nadie se quería acercar a esa cueva por  miedo a morir. En el mismo pueblo vivían tres brujas y que según los habitantes ellas eran las que ocasionaban estos sucesos.
Una noche Susana regresaba a su casa pero se le hizo muy tarde y tocaron las campanas para que todos los habitantes del pueblo guardaran a sus animales y se encerraran en sus casas; Susana que aún le faltaba por recorrer un cuarto del pueblo, asustada se echó a correr.
 Los granjeros esperaron un rato a Susana pero al ver que no llegaba muy tristes por su perdida decidieron cerrar las puertas de su casa, cuando Susana llego a la casa vio que todo ya estaba cerrado y con las luces apagadas, ella al no saber qué hacer y con la desesperación de encontrar un refugio se encamino hacia la cueva con un candil, al llegar a esta Susana se armó de valor y entro, mientras más se adentraba parecía que la cueva nunca terminaba hasta que llego a una especie de cuarto dentro de ella, ahí ella se quedó dormida, al dar las 2 de la mañana escucho muchos ruidos extraños, de personas que se aproximaban, también a esa hora se ilumino el cuarto donde ella estaba durmiendo y entonces vio que en el centro de aquel cuarto había un túnel, también vio que al lado de este había una pila que contenía sangre y algunos órganos.
 Susana al ver esto se escondió lo más rápido que puedo pues cada vez los ruidos se escuchaban más cerca; cuando aquella cosa que causaba tanto ruido entro en el cuarto Susana casi grita del horror, al ver tres grandes bestias que arrastraban a su pequeño perro el cual había salido a buscarla y al no encontrar el camino se perdió, Susana no sabía qué hacer en ese momento, quería salvar a su perro pero también quería conservar su vida y decidió no hacer nada aunque esa decisión le costó mucho.
Vio como mataban a su pequeño perro y recitaron algo parecido a esto: “Que cada noche el sacrificio sea hecho solo así se mantendrá en calma al demonio que aquí habita y solo con el sacrificio propio de una mujer humilde, pura y honesta la maldición se rompa” después de decir eso las tres bestias salieron arrastrando al perro por el pueblo y dejando un camino de sangre a su paso, Susana decidió seguirlos y vio que al llegar al pie del cerro las bestias se convertían en las tres señoras que vivían ahí, pero su sorpresa fue que ellas no estaban conscientes de lo que hacían, algo las manejaba y obligaba a hacer eso.
Cuando por fin amaneció Susana regreso a su casa y les conto a sus padre todo lo que había visto a lo largo de la noche y como se podía romper aquella maldición, les dijo a sus padres que ella se sacrificaría para que todo el pueblo pudiese vivir en paz, sus padres tristes pero orgullosos de que su hija fuese tan valiente le desearon mucha suerte y éxito. Entonces Susana aquella noche regreso a la cueva y antes de que dieran las 2 de la mañana se sacrificó, en aquel momento las tres bestias se convirtieron en señoras dejando libre al padre de Susana que por curiosidad se había quedado fuera de su casa, la cueva desapareció de aquel pueblo y todos los habitantes del pueblo se arrepintieron de lo que antes le habían hecho y dicho a la familia.

Algunas personas dicen que ven a Susana cuidando la casa de su padres, otras dicen que la ven pero que ella cuida a todo el pueblo, lo que las personas más viejas dicen es que ella vive en los montes del pueblo en espera de sus padres para por fin irse al más allá.
Editor: Karla Ivette Bautista Luis 






¨"El niño llorón”

Autor: Rafael Martinez
Hace ya varios años, en el pueblo de San Bernardo, ocurrió un gravísimo accidente, un niño llamado Rafael, andaba con su familia en un día de campo, pero no cualquier día de campo común, sino que era uno en el que la familia iba a aventurarse a caminos desconocidos. La familia era realmente grande y el más pequeño de todos, era Rafa.
La familia tenía previsto ir en busca de un tesoro escondido a las orillas del rio, según lo que contaban los más viejos del pueblo, era mucho oro e iban a necesitar algo que los ayudara a trasladar dicho tesoro, querían ir en una camioneta, pero el camino era imposible recorrer con un vehículo y por tal motivo llevaban a un animal de carga, un burro.
Toda la familia no estaba segura de que encontrarían el tesoro, pero habían decidido invertir todo el día y la tarde en buscarlo, para así regresar antes de la noche a la casa. El camino era bastante cansado para el pequeño Rafa, el más que todo venía disfrutando del clima y de los paisajes hermosos que se aprecian a orillas del rio. Era muy cansado ir con Rafa, ya que además de que pesaba mucho para su edad, era algo flojo para caminar y pues cada uno se iba turnando para cargarlos por partes, pero en el camino se acordaron que el burro podía ayudarlos a llevar a Rafa, esta idea se les ocurrió porque vieron que un campesino iba en uno.
Justo cuando la familia llegó a una parte donde el rio estaba repleto de piedras, se dieron cuenta de que ya habían llegado al lugar en donde se encontraba el oro, pues habían muchas monedas de oro puro tiradas, solo faltaba escarbar y encontrar el cofre. Pero en ese momento Rafa lloraba de aburrimiento y él decía que ya quería estar de regreso en casa, por tanto llorar le estaba dando sueño, pero su familia aun no encontraba el cofre.
Rafa cae del burro por el sueño, pero cae a la orilla del rio, el cual llevaba una corriente muy fuerte, entonces se lo llevo la corriente arrastrándolo y golpeándolo contra las grandes piedras que había en el cauce del rio, teniendo varias fracturas en el cuerpo.
Todos corrían tras él, cuando lo agarraron, se dieron cuenta de que tenía severas lesiones con las que parecía que moriría del dolor, todos regresaron rápidamente a la casa la abuela, y de ahí al centro de la ciudad, haciendo todo lo posible para que Rafa sanara.
El tesoro sigue en ese lugar, la familia de Rafa ya sabe su ubicación exacta pero por esa mala experiencia ya no quieren volver a ir, pero aun así le cuentan a los demás donde se encuentra el tesoro, los pocos que han ido cuentan que al llegar al lugar, se les aparece un niño que está sentado llorando recargado en un árbol, haciendo que les entre curiosidad a las personas para que lo sigan, haciéndoles perder la noción del espacio en el que se encuentran y cuando se dan cuenta ya están en el rio con una fuerte corriente que los golpea contra las piedras. Así es como la leyenda cuenta que Rafa, el niño llorón cuida el tesoro del pueblo.
Editor: Karla Ivette Bautista Luis 


LOS DUENDES

Autor: Maria Ximena Simon Hidalgo 
En una noche obscura, friolenta y  llena de misterios, una familia dormía tranquilamente en varios cuartos, en eso se escucharon los pasos en las escaleras; mi mama bajo pero solo vio una pequeña sombra asomándose por la ventana, dándole igual subió y se quedó dormida.
 Exactamente a las 12 en punto sintió como una mano cadavérica y fría paso sobre su espalda hasta llegar a su cóccix, ella se despertó asustada y empezó a rezar, en eso  todos los libros de la repisa se empezaron a caer y  se escuchó un silencio absoluto, mi abuelita solía decir que era bueno rezar después  de que te asustaban así el mal se habría ido pero podría haber consecuencias.

Dejamos eso atrás y nos dormimos, al despertar  cuando mi mamá  nos empezó a contar la historia nos dimos cuenta que a todos nos había espantado de una manera diferente pero que coincidía con los datos  y  empezamos a narrarlas , una noche después nos volvieron espantar esta vez los juguetes empezaron a funcionar solitos y  encontramos los zapatos todos regados por la casa como si  hubieran traído niños a jugar a la casa, poco tiempo después  nos decidimos a cambiar de casa no solo porque espantaban si no porque  queríamos un espacio más grande, al trasladarnos tuvimos que esperar mucho tiempo porque en casa viejita tenemos una pecera de mar  y tenían que instalarle nuevas lámparas a la nueva casa para su mejor funcionamiento al llegar el especialista en focos nos fue contando un poco de su vida a lo que concordó de que él podía ver a los muertos y  platicar con ellos en eso le contamos que en nuestra antigua casa espantaban a lo que él respondió que  en esa casa no  espantaban si no que había duendes, muy curioso porque justamente en la jacarando nacían tréboles de la nada, los juguetes y todo concordaba, hasta ahorita  se dice que aun habitan ahí y que esa casa es un lugar mágico y especial porque supuestamente hay oro escondido y como mi abuelita decía “ por algo espantan, los muertos, y los duendes se pelean por algo y ese algo creo que es oro”  muy frecuentemente han ido a ofrecer dinero por la casa pero mi hermano se rehúsa a venderla. 

Editor: Karla Ivette Bautista Luis 

LA CARRETERA

Autor: Veronica Roque 
Cuenta la leyenda que en el kilómetro 56 en la carretera Oaxaca- Tehuacán murió una señora llamada Rosa María, todos cuentan que murió de una forma muy fea y dolorosa y es por eso que su alma aun no descansa en paz. Dicen que por lo regular, todas las noches se aparece en ese mismo lugar en donde murió, causando accidentes muy graves y ocasionando que las personas que sufren el accidente mueran de una manera muy dolorosa, tal como lo hizo ella. Cuentan las personas que se han salvado de los accidentes que por lo regular antes de dicho accidente ven la sombre de la mujer y después pierden el control de sus automóviles, la extraña razón es como los automovilistas que van muy concentrados en el camino llegan a perder el control de una manera tan fea. Todos suponen que tal vez sea un fenómeno sobrenatural lo que ocasiona eso, algunos creen  que es porque la carretera no se encuentra en muy buen estado y otras personas que son las que si creen en que se murió la señora ahí y ella es la que ocasiona todo, y es por eso que muchas personas tienen miedo de viajar por esa carretera
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Editor: Karla Ivette Bautista Luis 

LA CASA DE LOS SUSTOS

Autor: Raul Morales 
Cuenta la leyenda que hace muchos años, cuando se comenzaba a construir en los límites de la ciudad de Oaxaca y se trabajaba para expandir más la ciudad, cerca del pueblo de San Agustín Yatareni, vivía un hombre que se caracterizaba por molestar a dos tipos de personas, a los borrachos y a los que se encontraban solos.
Hasta que un día, mientras se encontraba a punto de hacerle una broma a alguien, en la construcción de una casa en un nuevo fraccionamiento, el cayó en un hoyo y fue cubierto de cemento hasta morir.
Se dejó de saber de esa persona, y las construcciones se siguieron sin parar, al poco tiempo fue vendida esa casa.
En esa casa, las familias llegaban y vivían sin ningún problema, hasta que fue vendida de nuevo y una familia en particular llego a esa casa.
A esta familia, no le había sucedido nada, hasta que de pronto, en las fiestas, ya que terminaban y quedaba una persona borracha, decía que comenzaba a ver cosas y que alguien los empezaba a molestar, pero por la misma razón de estar en ese estado, nadie les hacía caso; hasta que algo en particular le comenzó a suceder al hijo menor de la familia.
Raúl, el hijo menor, siempre se la pasaba solo en su casa, debido a que sus padres nunca estaban y su hermana siempre salía con ellos; poco a poco comenzó a notar que algo pasaba, al principio solo eran pequeños fríos por detrás de la espalda cuando se encontraba en determinadas áreas de la casa, pero poco a poco las cosas le fueron empeorando, al quererse dormir le empezaban a mover los sillones y llegaron al punto en que en la noche, exactamente al dar las 2.05 de la madrugada, Raúl se despertaba con el corazón latiendo a todo lo que daba, sudando, y con la puerta abierta en solo una pequeña distancia, teniendo una sensación de ser observado, como si alguien se burlara de él.
Ninguno de su familia le creyó y solamente lo tiraron a loco, dejando que lo molestaran cada vez más; hasta que un día comenzaron a molestar a todos, en las noches moviendo los muebles y haciendo ruidos por toda su casa, hasta que por fin se dieron cuenta que, lo que decía Raúl era cierto.
La abuela, teniendo ondas medio hechiceras, comenzó a hacer ritos por toda la casa, alejando aquel mal que molestaba a la familia, pero solo a esta y dejando a los que eran ajenos a ella.
A partir de ahí, cuenta la leyenda que todo aquel ajeno a la familia, estando solo y borracho en esta casa, será asustado y molestado llevándolo al punto de huir de ahí.
 
Editor: Karla Ivette Bautista Luis


LA VENGANZA.

Autor: Alejandro Martinez 
Mi familia y yo nos mudamos de casa hace poco tiempo. La casa no era nueva, ya que había pertenecido a otra familia. Los primeros meses fueron algo pesados, ya que pasaban cosas extrañas. A mí me tocó la desgracia de ver personas en los vidrios de las ventanas, como si estuviera detrás de mí (espero haya sido mi imaginación jugándome una broma). De aquí mi leyenda:
Cuenta la leyenda que hace mucho tiempo vivía una familia en una casa cercana al municipio de San Felipe. La familia tenía ciertos problemas familiares, pero nada fuera de lo común. Se dice que un día el padre llego más malhumorado de lo normal y, en un impulso de ira, asesino a su mujer. Los niños estaban fuera del estado, por lo que ellos aún no sabían de tal noticia. Antes de que los niños llegaran de nuevo a la casa, el padre enterró a su mujer en el jardín, y cuando llegaron sus hijos  les dijo que la mamá los había abandonado y que se había ido con otro hombre. Los niños al principio no creyeron esto, pero al ver que su padre estaba muy triste y desolado le creyeron. El papá, después de asesinar a su mujer y mentirle a sus hijos, tuvo que cambiarse de hogar, ya que decía que veía a su mujer en todas partes de la casa y, que al momento de dormir, le jalaban las piernas, como si lo quisieran arrastrar al jardín. El hombre, al casarse de nuevo, fue asesinado por su mujer, como si se tratara de una venganza por lo que él había hecho antes.

Poco después, sus hijos se enteraron de lo que su padre había hecho, se enojaron y se sintieron muy tristes; pero ellos pensaban que su madre por medio de la nueva esposa había vengado su muerte.
Editor: Karla Ivette Bautista Luis 

Locura de minions








Cuento La luna es de queso Autor: Jesús Arzola Boijseauneau

La luna es de queso
 
 
Autor: Jesús Arzola Boijseauneau
 
 
Había una vez una niñita muy bonita que pensaba que la luna era de queso y que se podía comer ya que su madre le contaba historias para dormir y una historia con la que quedo muy fascina fue que la luna se podía comer porque era de queso. Desde ese día Rosy intentó llegar a la luna porque ella era muy pobre y no tenía mucho que comer, había días que no comía a lo cual pensaba que sí llegaba a la luna traería comida para toda su familia y para otras personas que fueran más pobres que ella, no le importaba que comiera queso todos los días solo buscaba comer y ayudar a otras personas. Con este deseo intentó llegar a la luna, la primera vez que lo intento juntos muchos carrizos para poder tocar la luna primero puso uno y luego amarro otro en el extremo y uno tras otro y luego otro y así sucesivamente, Rosy se cansó mucho y ya estaba amaneciendo. Llego a su casa y ya no estaba su mamá porque se había ido a trabajar así que se durmió en el piso ya que no tenía cama.
A la noche de la semana siguiente volvió a intentar llegar a la luna, esta vez estaba decidida a llegar a la luna así que se llevó un cuchillo y un, esta vez trató de llegar en un papalote que había hecho con carrizo y bolsas de plástico, este papalote lo hizo en toda una semana porque lo hizo un poco grande. Se llevó un morralito que tenía, en el llevaba las tlayudas, el cuchillo y una foto de su mamá, su hermano y su abuela. Rosy estaba muy contenta y muy emociona porque pensaba que esa noche llegaría a probar el sabor del queso de la luna, pero por desgracia no pudo llegar porque el papalote no tenía la fuerza suficiente para llevarla a la luna, así que Rosy se puso muy triste.
A los tres días siguientes se le ocurrió otra manera de llegar a la luna, esta vez con globos, y fue con su vecino Tomás que vendía globos en el zócalo de la ciudad, igual era una persona humilde pero era muy bondadosa, así que Rosy le pidió que le regalará un globo, el señor Tomás se lo dio con mucho cariño y Rosy le deseo que tuviera un muy buen día. En esa noche Rosy volvió a intentar ir con el globo ella pensaba que sí se comía el aire que tenía adentro el globo podría volar pero una vez más no pudo ir a la luna, no siquiera pudo levantarse un poquito del piso, ella pensó que tal vez funcionaria si tuviera mucho globos así que le volvió a pedir a su vecino que le regalará más globos. El señor Tomás le regaló más globos porque vio que por esta única ocasión podría ver a Rosy más feliz de lo que pudo imaginar, el señor Tomás no le preguntó porque quería los globos solo le dijo que intentara ser feliz y que tomará todo lo bueno que tiene la vida porque en cualquier instante se puede ir.
El señor Tomás y Rosy eran como mejores amigos, era como una padre para ella ya que el suyo murió antes de que ella naciera. Esa noche Rosy volvió a intentar llegar a la luna pero otra vez no lo consiguió, Rosy estaba muy triste y regreso a su casa antes de que amaneciera pero antes soltó los globos muy enojada porque decía que eran inútiles por no poder hacer que Rosy se elevará, Rosy llego a acostarse al lado de su madre la cual estaba muy cansada de trabajar, Rosy al verla se puso a llorar más por no poder traerle queso de la luna a su mamá, pero como su mamá estaba muy dormida no pudo oírla así que Rosy se quedó dormida de tanto llorar
La noche siguiente salió a la calle a contemplar la luna cuando de repente aparece una cometa. Una estrella fugaz. Ella en seguida recordó cuando una vez escucho hablar a unas personas en la calle las cuales dijeron que cuando viera una estrella voladora podía pedir un deseo pero lo tenía que desear más que nada y con todas las fuerzas del mudo lo debía pedir para que se pudiera cumplir, así que Rosy cerró los ojos y pidió el deseo el cual era así " deseo con todo mi corazón ir a la luna a cortar trozos de queso para poder darle de comer a mi mamá, mi hermano, mi abuela, al señor Tomás y a otras persona que más lo necesitan y si me sobra quesito lo venderé para que mi mami ya no tenga que trabajar tanto" Rosy regreso muy feliz a su casita y se quedó durmiendo a lado de su mamá y soñó que en un globo aéreo estático viajaba a la luna y desde arriba podía ver toda la ciudad donde vivía y más arriba podía ver todo el mundo, cuando llegó a la luna le dio un mordisco y se puso muy feliz porque era una experiencia que nunca había tenido y comenzó a cortar trozos de que queso de la luna hasta llenar la canastilla del globo aéreo estático y decidió regresar a la tierra para darle queso a su madre y los demás, cuando regresó todos estaban muy felices y comieron hasta saciarse después se dividieron las rebanadas de queso para regalarles a los personas más pobres que ellos conocían, después se volvieron a reunir y con las rebanadas de queso que sobraron que aún eran muchas Rosy las comenzó a vender después ella y su familia se volvieron ricos. Rosy tenía todo lo que había deseado alguna vez, como tener una cama donde dormir, tener muñecas con las cuales jugar, comer todos los días, ir a la escuela y tener muchos amigos y amigas, y sobretodo estar muy felices e con su mamá, su abuela, su hermano y el señor Tomás.
Rosy se despertó de la emoción y cuando se dio cuenta solo fue un sueño, ella pensaba que se había cumplido el deseo que pido a la estrella fugas y Rosy se puso muy triste hasta el punto que se deprimió mucho, para poder alegrarla su mamá la llevo a comprar un helado el que ella más quisiera y como lo quisiera, su mamá ocupo todos los ahorros que tenía para poder comprárselo pero como Rosy sabía que era de esos ahorros así que decidió que mejor los guardara para después que se pudiera presentar una necesidad y su mamá insistió en comprárselo porque cuando pasaban por la heladería Rosy siempre se quedaba viendo los helados pero ella se negó a aceptar el obsequio que su mamá le quería dar.
Su abuela al verla tan triste le pregunto qué era lo que le pasaba pero Rosy no le quiso decir. Y su abuela hablo con su hija, la mamá de Rosy, para qué hablara con ella pero su mamá ya había tratado de saber que le pasaba a Rosy pero no le quiso decir así que la mamá y la abuela de Rosy decidieron hablar con el señor Tomás para que hablara con ella porque ellos tenían una muy buena relación y platicaban así como también tenían secretos.
El señor Tomás hablo con Rosy esa noche ya que la vio que estaba llorando en la calle viendo la luna, el señor Tomás llegó y la abrazo y le preguntó qué era lo que le pasaba, porque estaba llorando, Rosy al principio no querían decirle pero al final le término contando todo lo que le había pasado y el deseo que tenía para ayudar a las demás personas. El señor Tomás le dijo que no podía hacer eso ya que la luna es la esposa del señor sol y si le quitaba una pedacito por más mínimo el señor sol se pondría muy triste y así no se iluminaría en el día no nos daría calor y las hijas de la señora luna llorarían por no tener a su mamá completa y se apagarían porque su mamá es quien les da esa luz para vivir. Y el señor Tomás hizo la comparación de que sí a Rosy le gustaría que le quitaran un pedazo no importara por más mínimo que fuera pero que le quitará a su mamá a lo cual ella contesto que no le gustaría porque ella amaba su mamá.
Desde esa noche Rosy comprendió que no se podía comer la luna porque tenía una familia igual que ella.
 
 
 
 
 
 
Editor: Estefanía Roque Vargas

SAN SWORITLAN

Autor: María Salomé Canseco 
Cuenta la leyenda que en el pueblo San Sworitlan ubicado más o menos a 5 horas de la capital de Oaxaca con una población no mayor a 200 personas sucedían sucesos extraños. Había muy pocos niños ya que la mayoría a los meses de nacidos morían sin alguna explicación lógica. Pero lo más extraño es que en las noches nadie salía de sus casas ya que además de que no había alumbrado público por ser una comunidad retirada, las personas que salían ya no regresaban a sus casas y los pocos que los hacían contaban que veían a niños jugando y gritando y los llamaban hacia donde estaban ellos y de repente ya era de mañana y se encontraban solos en lugares del campo.
Un día llego un escritor a aquel pueblo, interesado por aquella historia ya que pretendía escribir un libro sobre todo eso. El escritor pidió posada en una casa y así fue como pudo quedarse a investigar. Muchas personas le decían que era peligroso salir de noche y que mejor no se arriesgara, pero él era una persona muy terca y además estaba realmente interesado sobre escribir aquella historia.
Pasaron varias semanas y no se presentaban casos extraños, así que decidió irse, pero la noche anterior a su partida, como a las 11 de la noche escucho como relinchaban los caballos de la casa de a lado, y como las personas que habitaban ahí eran de la tercera edad pensó que tal vez necesitaban ayuda y decidió ir a investigar.
Cuando llego a los establos y miro hacia la casa vio que las luces de la casa estaban apagadas pero de repente escucho unas risas de niños y miro unas sombras de reojo y las persiguió. Camino casi un kilómetro si no es que más y en eso empezó a ver que las sombras se hacían más grandes y sintió como se le venían encima y escucho carcajadas que tenía un tono que al escucharlo de te ponían los pelos de punta.
Cuando despertó eran como las 10 de la mañana y toda su ropa estaba rasgada y tenía arañones en los brazos y mordidas tan pequeñas apenas alcanzaban como dos centímetros de diámetro. Lo primero que hizo fue guardar la calma y trato de recordar el camino que lo había llevado hasta ahí, pero no podía, su mente estaba completamente en blanco. En eso un pastor iba pasando y le pidió ayuda. Cuando llegaron al pueblo él les conto todo a las demás personas y entonces le dijeron que él había sido llevado por los duendes, y que sus intenciones de ellos eran matarlo. Y que en aquella comunidad no había tantos niños ya que estos eran atraídos por los duendes los cuales los perdían en el campo o los ahogaban en el rio.

 
Editor: Karla Ivette Bautista Luis 




Cuento La playa Autor: Salomé Canseco Méndez.

La playa
 
 
Autor: Salomé Canseco Méndez.
 
 
Había una vez en un inimaginable rincón de este mundo una niña de cabello color chocolate y ojos claros llamada Melania, ella vivía en una cosa de madera en una hermosa playa con sus padres, situada en las costas de San Caballero. Daniela era una niña poco amigable ya que en aquel pueblo no existían más niños, ella era la única ahí, los demás ya eran personas grandes, calladas y raras, ya que al igual que ella no socializaban mucho y siempre que pasaban al lado de ella susurraban o si estaban solos trataban de huir de ella. Esto a Melania nunca le importo, ya que de alguna manera encontraba divertido como las personas suelen ser extrañas y ajenas a lo que les rodea.
Una de las cosas las cuales eran del porque no era sociable, era que, no se sentía parte de algo, no se sentía parte de aquel mundo, ella se sentía diferente a los demás, como si aquel lugar no fuera el sitio correcto al que ella pertenecía.
Pero a pesar de todo esto a ella le encantaba vivir ahí, ya que todas las tardes iba a contemplar y a nadar a las orillas del mar en compañía de su mamá. Su mamá era una mujer alta y delgada, su cabello era ondulado y café y le llegaba a la cintura, y tenía unos ojos grises que resaltaban por la poblada ceja que tenía, su piel era blanca como la espuma del mar, simplemente era hermosa. Pero había algo en sus visitas al mar que cuando iba a acompañar a su hija a nadar sus ojos brillaban en una mezcla de felicidad y amor pero al mismo tiempo de tristeza. Aunque era algo que a Melania le preocupaba nunca le preguntó a su mama ni hizo algún comentario al respecto a su mamá.
Después de ir a visitar el mar se iba a cenar con su madre a un restaurante que quedaba cerca de su casa. Ella hacia esto todos los días, lo cual disfrutaba mucho. Melania con muy poca frecuencia veía a su papá porque este trabaja lejos, él se la pasaba trabajando todo el día, y muy rara vez le marcaba por teléfono ya que además la recepción en la playa no era muy buena, pero aun así los pequeños momentos que pasaba con su papá, los cuales sucedían una vez al año, eran muy divertidos y muy agradables. Para ella su papá era su héroe, ya que su mama le contaba que trabajaba en barcos los cuales navegaban en mar adentro, expuestos a inmensas olas y grandes tormentas. Pero cuando su mamá le contaba esto se ponía algo triste, y se quedaba pensando, como si se arrepintiera de algo que hizo antes.
Una de las millones cosas que disfrutaba hacer era que llegando la tarde, en su casa húmeda y fría, casi consumida por la vegetación que existía alrededor de esta; después de haber alimentado a su pequeño pez dorado, recostada desde su cama miraba a través de ventana como el mar se movía lentamente sin ninguna preocupación, desde su cama podía sentir la brisa húmeda del mar y el viento frio que corría por la pequeña población. A pesar de que el clima era algo no aceptable ya que la mayor parte del año estaba nublado y corrían fuertes vientos, pero a Melania le fascinaba ese lugar, porque odiaba el sol pero amaba el mar y ese sitio era como la mezcla de las cosas que más le gustaban, el frio y el mar. Al dormir el sonido de las olas del mar eran la mejor música que podía escuchar en el universo, escuchaba como el agua chocaba con las roca, como el mar se encontraba con la tierra, se arrullaba y sentía como flotaba en el agua fría del mar, sentía como se movía lentamente, de un lado a otro, de la derecha a la izquierda, su cuerpo empezaba a perder peso y cada minuto, cada segundo, cada instante se iba sintiendo más y más ligera hasta que todo empezaba a quedar en completa oscuridad y silencio.
Pero mientras dormía a veces tenia sueños raros, soñaba con una rutina de un día normal, se levantaba y se preparaba para el colegio pero cuando se disponía a hablar en vez de sonidos emitiendo palabras, salía un silencio, y de su boca salían litros y litros de agua salada. O a veces soñaba que se encontraba en su casa sola en la entrada de su casa y todo era silencio, pero de repente escuchaba a una niña llorar y seguía el sonido del llanto y llegaba hasta su recamara y veía a una niña asomada por la ventana mirando el mar llorando, y la niña lloraba y lloraba hasta que poco a poco se convertía en agua y se esfumaba y la única evidencia de que aquella niña había estado ahí era el agua en el piso en la cual se había transformado y también entre sueños escuchaba una melodía que la hacía estar como en paz, la tranquilizaba. Cuando por fin ella se levantaba en su cuarto había un fuerte olor a sal, lo cual se le hacía algo extraño pero estos sueños nunca los comentos con alguien. Pero pronto todo esto cambiaría.
Pronto llego la temporada de huracanes y después de una fuerte tormenta durante la noche, al día siguiente, una tranquila mañana de domingo, algo raro sucedió, muy temprano tocaron a la puerta de su casa, lo cual era muy extraño ya que a esa hora quien podría haber sido la persona que tuviera la molestia de ir hasta su casa y lo más importante, ¿Qué quería? y como a esa hora su mamá todavía dormía, ella se levantó y se dispuso a abrir la puerta.
-¿Quién es?- preguntó, pero nadie respondió así que abrió la puerta ligeramente pero no vio a nadie, así que abrió toda la puerta completamente y efectivamente no había nadie afuera, no había ni siquiera las huellas de las pisadas en la arena de la persona que probablemente toco a la puerta, pero cuando iba a cerrar se dio cuenta de algo, enfrente de ella se encontraba una pequeña cajita musical de metal llena de arena como si hubiera sido arrastrada por toda la orilla de la playa pero colocada cuidadosamente enfrente de su casa para que ella la viera, estaba un poco oxidadada y tenía como una especie de moho, ya que tenía partes verdes y parecía como si hubiera estado por un largo tiempo en el agua, en el fondo del mar. Así que la tomo y se la llevo a su cuarto y la guardo debajo de su cama.
Esta caja musical se le hacía muy familiar, como si ya la hubiera visto y jugado muchas veces en algún lugar, en algún tiempo de su vida pero no recordaba donde. A sí que un día que su mamá tuvo que viajar a la ciudad para hacer las compras y sabiendo que ella se quedaría sola en su casa, abrió la cajita musical y de ella salió un dulce melodía, ¿pero que era lo que pasaba? Esa canción se le hacía conocida, si, era la misma que escuchaba en algunas ocasiones mientras dormía. Todo esto era realmente extraño para ella.
Llegando la tarde, ya que su mamá estaba en su casa, le conto todo lo que había sucedido con la cajita musical y la manera extraña de como la había encontrado y también le conto los sueños que solía tener y la música que escuchaba. Su mamá escucho atentamente y al finalizar con un brillo en los ojos le dijo:
-Querida, muéstrame la Caja.
Y así lo hizo Daniela, subió las escaleras y entro a su cuarto y saco debajo de la cama la pequeña cajita y se la entregó a su mamá la cual la estaba esperando en la sala. Cuando vio la cajita se quedó mirando fijamente a Daniela y guardo la caja, a lo cual Melania le pregunto qué pasaba, porque la guardaba, pero su mamá solo respondió: cuando sea el tiempo, tú sola lo sabrás.
Pasaron los días y por las noches a Melania le era muy difícil conciliar el sueño y se la pasaba mayor parte de la noche despierta. Y una de aquellas noches escucho a lo lejos una canción y le puso atención y se dio cuenta que era la misma que escuchaba en sus sueños y la que se escuchaba al abrir la cajita musical, se levantó y trato de identificar del lugar de donde provenía, se asomó por la ventana y se dio cuenta que el sonido venia de afuera. Salió de su cuarto, bajo las escaleras y tratando de no hacer ruido abrió la puerta y salió de su casa.
Empezó a caminar por la orilla del mar bajo la luz de la luna que brillaba más que nunca, y en eso se dio cuenta que la música provenía del mar y sintió una ganas inmensa de entrar en el agua, camino lentamente hacia ella y de repente sintió que alguien le tomo de la mano, alzo la mirada y era su mamá la cual solo le alcanzo a decir: -Querida, ya es tiempo-. Las dos sonrieron y agarradas de la mano caminaron hacia el mar, y poco a poco fueron desapareciendo en él.
 
 
 
 
 
Editor: Estefanía Roque Vargas

 
 


 

Cuento El uno para el otro Autor: Estefanía Roque Vargas

El uno para el otro


Autor: Estefanía Roque Vargas


Había una vez en un lugar llamado Borgoña una niña llamada Carla de 16 años de edad, ella vivía muy feliz con sus padres y con su hermano llamado Sebastián. Todos los fines de semana a ellos les encantaba recorrer algunos viñedos de los lugares cercanos, a Carla le encantaba pasar el día con su familia y hacer locuras que pocas familias hacen. Un sábado del mes de noviembre decidieron ir a un día de campo, llevaban mucho queso y no podía faltar una botella del vino más rico que podía existir, todos estaban muy felices, reían a carcajadas, Sebastián y Carla corrían por todo el campo, sintiendo como el aire chocaba con sus caras, sintiéndose muy felices.

Todas las familias que vivían cerca de ellos los veían con mucha envidia, ya que esa familia era considerada como una familia perfecta, sin problemas y felices.

Un día Carla llego a casa después del colegio, iba muy feliz como siempre y al llegar a su casa se dio cuenta de que la puerta estaba totalmente abierta, ella se extrañó porque su madre nunca solía dejar así la puerta, al momento en que ella entro a su casa escucho gritos, no sabía que estaba pasando así que se asustó y corrió hacia el cuarto de sus padres y se dio cuenta que sus padres peleaban como nunca lo había hecho, al ver eso ella no supo que hacer ya que sus padres en ninguna ocasión habían peleado, bueno eso era lo que ella creía. Cuando su madre de se dio cuenta de que Carla observaba por la ventana paro de discutir y dijo:

-Carla, mi amor, ¿que haces aquí tan temprano?

-He llegado de la escuela, madre- Dijo aun asustada- ¿Me puedes decir que es lo que pasa? ¿Por qué papá y tú pelean?

-Hay hija es solo un mal entendido, ya sabes cosas de pareja.

-Pero mama, eso no parece estar bien.

-No te preocupes cariño, te aseguro que está todo bien, ve a cambiarte, corre.

Carla se dirigió a su cuarto pero ella sabía que algo no andaba bien. Pasaron los días y no noto nada raro hasta que un sábado despertó y cuando salió de su cuarto se percató de que su madre estaba llorando en la sala, en ese momento ella corrió a abrazarla, no sabía que estaba pasando, entonces le dijo:

-Madre, ¿qué es lo que te pasa?

-Nada hija, todo está bien.

-¿Qué? A esto le llamas "Todo está bien" mírate como estas llorando, esto no es normal.

-Está bien hija creo que ya eres lo suficientemente grande para saberlo pero por favor, no quiero que le digas nada a tu hermano, ya sabes el aún está muy pequeño.

-Si mama, no te preocupes, solo dime, ¿es algo que tiene que ver con mi papa?

-Si hija, desde hace tiempo hemos tenido muchos problemas y disimulábamos para que ustedes no se dieran cuenta y no se pusieran tristes pero las cosas cada vez se ponen peor hija, ya no sé qué hacer.

-¿Pero cómo pudo pasar eso? Éramos una familia perfecta.

-No hija, eso era solo lo que parecía, en el fondo hay muchos problemas.

En ese momento Carla se sintió muy desilusionada y se fue a su cuarto, no paro de llorar en todo el día, sentía que su mundo se derrumbaba ya que su felicidad estaba con su familia. Carla no quería comer, no quería hacer nada.

Pasaron los días y ella iba al colegio y aparentaba no tener ni un solo problema en su casa, en cierto modo ella era una niña muy fuerte.

Un día estaba con su amigo Ricardo y él le dijo:

-Carla, te he notado un poco extraña estos días, ¿estás bien? ¿Necesitas algo?

-Estoy bien Richi es solo que las cosas en mi casa no andan bien.

-¿En tu casa? Pero eso no es posible Carla, tu familia es perfecta.

-Lo mismo pensaba yo hasta que la semana pasada llegue a casa y…

En ese momento tocaron el timbre para que los muchachos entraran a su salón así que Carla ya no le pudo contar más a Richi.

Ricardo se quedó muy preocupado, ya que Carla era su mejor amiga y no le gustaba verla triste. Al otro día Ricardo decidió llevarle a Carla una rebanada de su pastel favorito, para ponerla feliz, pero eso no sirvió de nada, ese día Carla llego muy mal a la escuela, Ricardo nunca la había visto llorar, así que no sabía qué hacer. Entonces le dijo:

-¿Carla, que es lo que te pasa? ¿Por qué vienes así?

-Es que ya no aguanto Ricardo, mis padres se la pasan peleando, ya ni siquiera nos ponen atención a Sebastián y a mí, mi madre siempre está llorando y mi papa ya casi no llega a dormir a la casa. Hoy dijo mi mama que tal vez lo mejor que pueden hacer es divorciarse para ya no tener más problemas.

Ricardo se quedó muy impactado, nunca pensó que la familia de su mejor amiga pasara por esa situación la cual ya había pasado el. Él sabía que sería muy difícil para Carla, tal y como fue para el pero también sabía que tarde o temprano ella iba a aceptar las cosas así que le dijo:

-Carla, tu sabes que yo pase por una situación igual a la tuya hace algún tiempo, y sé que es muy difícil, sin embargo debes dejar que pasen las cosas, si tu mama hace eso es porque ella sabe que así estarán mejor todos. No estés triste.

Carla de un momento a otro dejo de llorar y se dio cuenta de que Ricardo en verdad la comprendía, se dio cuenta de que el en verdad quería que ella estuviera bien a pesar de todo, entonces percato que sin querer ella se había enamorado de él, veía lo que nunca había visto el otra persona y en el momento menos pensado ella se acercó a él y lo abrazo, los dos se sentían conectados, mas conectados que nunca antes y ahí empezó todo, los dos se dieron cuenta de que estaban muy enamorados.

Pasaron los días y Carla cada vez estaba mejor, se dejó de preocupar por su familia y se dio cuenta de que las cosas pasan por algo, sin importar el momento o el lugar todo tenía un motivo.

Después de un tiempo Carla y Ricardo se volvieron novios y se dieron cuenta de que todos los problemas los podía superar estando juntos, sabían que necesitaban apoyarse el uno al otro para poder superar cualquier obstáculo en su vida. Se dieron cuenta de que eran "El uno para el otro."





Editor: Estefanía Roque Vargas

Cuento MAS QUE AMIGOS… Autor: Ivette Bautista Luis

MAS QUE AMIGOS…
 
 
Autor: Ivette Bautista Luis
 
 
Había una vez una pequeña niña llamada Susy ella era una persona muy alegre y linda, pero las experiencias a lo largo de su vida le habían hecho convertirse en una persona muy fría y callada.
Un niño llamado Juan la quería muchísimo, pero Susy no se daba cuenta de esto ya que siempre estaba cerrada en su pequeño tímido mundo, un día Juan decidió hacer todo lo posible por hacer que Susy volviera a ser la niña alegre de antes así que empezó a hablarle más y más.
A Susy le agradaba que Juan estuviera con ella pero solo lo veía como un compañero de clases, ni siquiera lo veía como amigo.
Después de varias semanas de trato Juan le pregunto:
-¿Por qué ahora eres tan callada si antes no eras así?
Susy puso cara triste y le dijo:
-A lo largo de mi vida he estado con muchas personas falsas a las que les doy mi confianza y después me traicionan es por eso que ahora soy así, también alguna vez quise mucho a alguien, un niño tres años mayor que yo llamado Edwin todo parecía ir muy bien hasta que un día inesperadamente todo acabo, pero hasta hoy no logro entender porque pasaron así las cosas.
Juan le pregunto que si le podía dar un abrazo y ella le dijo que si, a partir de ese día Susy ya consideraba a Juan como alguien más cercano, alguien en quien podía confiar; Juan era muy atento con Susy y su amistad marchaba muy bien.
Se acercaba el baile de primavera y por primera vez Susy decidió ir con Juan, solo tenía un pequeño problema, en ese momento sus padres no estaban muy bien económicamente y les era difícil conseguir un vestido para que su linda hija se pusiera ese día. Juan busco la manera de ayudar y lograron conseguir un muy bonito vestido a buen precio.
-Gracias- le dijo Susy a Juan
-No te preocupes, lo he hecho porque para mí eres alguien muy especial-
Así los dos se fueron al baile, estando ahí Juan le declaro su amor a Susy, quien, por la sorpresa no supo que decir y se echó a correr. Juan pensó que ella no lo quería de esa forma así que se puso muy triste.
Al día siguiente Susy se le acerco a Juan, pero este ni siquiera volteo a verla; Susy se puso muy triste y no fue 5 días a la escuela, Juan estaba muy preocupado por ella pero no sabía qué hacer, se sentía muy mal por como la había tratado ese día, el sabía que estaba mal pues no espero ni un segundo ni si quiera lo pensó antes de hacerlo.
Juan decidió irla a buscar a su casa, al llegar salió su mama y le dijo:
-Lo siento Juan, Susy no quiere verte así que por favor te pido que te retires.-
-No puedo señora, es urgente hablar con ella y pedirle disculpas por mi mal comportamiento, por favor déjeme pasar tan solo cinco minutos.-
-Está bien, pasa.-
Al entrar a la casa Juan se puso más nervioso de lo que ya estaba, subió las escaleras y abrió la puerta del cuarto de Susy, ella al verlo le grito:
-VETE DE AQUÍ, NO QUIERO VERTE
Juan le dijo:
-Por favor déjame explicarte todo lo que paso, ni si quiera pensé lo que hice Susy, por favor te pido me disculpes esto no se repetirá de nuevo.
Susy se quedó pensando un rato, pero al ver la expresión de Juan fue cuando se convenció que él decía la verdad.
-Está bien, solo te daré una oportunidad más, y también te pido disculpas por haber huido esa noche, es que me puse muy nerviosa y no sabía ni que hacer, en verdad lo siento; cuando me acerque a ti en la mañana era para decirte que también me gustas por eso es que me dolió tanto que no me hicieras caso.
En ese momento la mama de Susy entro al cuarto y les dijo:
-Yo sabía que ustedes dos traían algo, espero y les dure la emoción, se ven muy bien juntos
Susy se puso rojísima, tanto que su mama y Juan se echaron a reír.
Al día siguiente Susy ya asistió a clases normalmente, acompañada de Juan, pero esta vez ya no iban como amigos, esta vez ya eran algo más…
 
 
 
 
 
Editor: Estefanía Roque Vargas
 

Cuento La Casa del terror Autor: Rafael Martínez S.

La Casa del terror
 
 
Autor: Rafael Martínez S.
 
 
Hace muchos años atrás, en una de pueblos de la ciudad de Oaxaca circulaban rumores acerca de acontecimientos extraños que ocurrían en la casa más vieja de la ciudad, esta era tan grande que sobresalía de las demás, al mismo tiempo que era la que tenía un aspecto muy antiguo que provocaba una sensación espantosa con tan solo caminar cerca de ella, esta casa pertenecía a los abuelos de Juan.

Un día los padres de Juan, artos de sus malas calificaciones en la escuela, lo mandaron en sus vacaciones de castigo con su abuelo puesto que él, en su época de juventud fue de los mejores estudiantes que pudo haber en la ciudad de Oaxaca, era muy bueno para todo.

Con esto nuestro joven amigo no tuvo de otra más que asistir de una muy mala gana sin saber lo que en esta casa macabra le esperaba. Para su mala suerte, la casa del abuelo quedaba algo lejos, ya que había decidido alejarse de la civilización para estar a gusto con silencio y tranquilidad que no puede haber en la ciudad, así que Juan hizo un corto camino de 30 minutos, al llegar por el rumbo donde vivía el abuelo, la casa con una facha más desarreglada a comparación de las demás, era la del abuelo, al pararse en la entrada, sintió unos escalofríos, que hicieron que a Juan le entrara un sensación mala, quería regresar, pero no había marcha atrás, sus padres ya lo habían castigado, además ya había tocado el timbre de la casa.
El abuelo tenía una cara de gruñón, pero no, fue muy gentil con Juan, a pesar de que no se habían visto nunca antes. Los primeros días no eran más que de estudio y formulas, problemas, aritmética y entre muchas otras cosas de esas que tenían que ver con matemáticas, ya que era en lo que iba peor, lo cual lo dejaba muy agotado.
Juan preparó sus cosas y se fue a dormir en la noche del 2 de noviembre, pero a la media noche fue despertado por una melodía que no había escuchado antes. Intrigado, se paró de la cama y empezó a caminar hacia la fuente de dicho sonido, cuando salió de su habitación la casa estaba hecha una fiesta increíble, con luces de colores y gente que el desconocía, parecía una fiesta de gala, ya que todos los hombres usaban sombreros grandes con una pluma, zapatos de 2 colores, enormes pantalones abombados y sacos enormes con corbata y camisa, mientras que las mujeres usaban vestidos chonchos, sobreros y algunas traían un abanico en la mano.
Asustado, pero al mismo tiempo lleno de dudas, comenzó a buscar a su abuelo por toda la casa pero no lo encontraba, hasta que al andar por el pasillo, una mano lo detuvo, era una mano fuerte y parecía ser de un joven, al girar la cabeza, Juan observó una versión joven de como era su abuelo y del susto cayó al suelo. Este le contesto:
-No temas hijo es momento que conozcas la verdad acerca de la casa
-¿Verdad?-dijo Juan- Verdad… ¿de qué?
-Cuando tu abuela y yo nos conocimos fue en un baile a la edad de 20 años, fue en un baile del barrio, al que yo no quería ir, ya que me daban flojera este tipo de bailes, pero fue justamente en ese baile, que ambos nos vimos y nos enamoramos a primera vista, yo lleno de nervios, la invité a bailar, arriesgándome a que se riera de mi por mi forma de bailar, entonces esta fue nuestra primera canción, un exquisito danzón, ideal para conquistar.
-Pero no entiendo… ¿a qué viene todo esto?
-A que desgraciadamente, no sé si sabias, pero tu abuela falleció poco tiempo después de casarnos, pero me di cuenta al pasar las noches yo sólo que su espíritu no se fue por completo, sentía que me daba señales. Una noche como esta, de la nada se tocó ese disco que está sonando ahora mismo, vi la fiesta totalmente sorprendido como lo estas tu ahora, pero logré verla, y así cada noche lo pongo y ella sale para revivir nuestro encuentro romántico.
-La verdad me parece una historia romántica además de que es muy hermosa abuelo
-y lo es hijo, pero hay un detalle…
-¿Cuál es?
-Que para que ella tenga fuerzas de salir cada noche debemos ofrecer un alma mortal cada año…y parece ser que tú eres el único mortal en esta fiesta
En ese momento Juan se dio cuenta que estaba siendo rodeado y no precisamente de personas, si no de espíritus, espíritus malévolos, todos los invitados que iban de gala, habían perdido su estilo, ahora su vestimenta estaba sucia, rota y con manchas de sangre, físicamente todos tenían la cara desfigurada, algunos con cortadas y otros ni forma tenían, unos más sin dientes y alguno ni ojos tenían.
Juan del miedo intentó pelear por salir de aquella casa, pero todo intento fue en vano, estaba en shock y no logró controlar sus movimientos, corrió demasiado rápido al bajar las escaleras que pisó mal un escalón y cayo perdiendo la conciencia, momento que fue aprovechado por los espíritus para ofrecer a Juan como tributo.
Cuando las vacaciones acabaron y los padres de Juan llegaron a la casa, tocaron la puerta pero nadie abría, los vecinos al escuchar los fuertes golpes que el papá daba a la puerta, salieron para hablar con los padres quienes preguntaron por su hijo y el abuelo.
Los vecinos extrañados de que los padres no supieran nada acerca de la casa y del dueño, confirmaron con el padre que desde hace más de 20 años la casa está en mal estado y nadie vive ahí, solo se escucha por la noche un viejo mambo que nadie se atreve a bailar.
 
 
 
 
 
Editor: Estefanía Roque Vargas
 

Cuento La niña de los caballos Autor: Raúl Morales Zumano.

La niña de los caballos
 
 
Autor: Raúl Morales Zumano
 
 
Había una vez, en una pequeña ciudad, hace no mucho tiempo atrás, una adolescente llamada Linda, la cual tenía unos padres que no mostraban mucho interés en ella, ya que nunca le daban atención, estaban con ella o la apoyaban. A pesar de esto la limitaban demasiado y casi nunca la dejaban salir.
Linda era una muy buena niña, siempre tenía buenas calificaciones y no hacía cosas malas como las del resto de su generación, pero a pesar de esto carecía de lo que más puede necesitar un niño, el apoyo de sus padres; sin importar que tan buenas calificaciones tuviera o los premios que recibiera, a los padres nunca les importaba y solo decían frases como "largo de aquí niña" o "déjame trabajar, ¿no ves lo ocupado que estoy?".
Sin importar la gran falta de interés de sus padres acerca de ella, siempre la limitaban, al pedir permiso para salir los padres casi siempre decían una sola y única cosa "¡NO!".
Ya estaba terminando su secundaria por lo que se comenzaba a preparar el gran baile escolar. Todos estaban emocionados por el baile, sería el momento completamente perfecto para poder lucirse ante todos, todos estaban emocianados aexcepción de ella, ella era la única que no estaba emocionada o ilusionada por el baile, ya que sabía que cuando le pidiera permiso a sus padres por poder ir a tan esperado baile, ellos dirían una sola y única cosa, la misma que respondían siempre cuando pedía permiso para salir "¡NO!".
Solo veía a todos planeando, desde como irían vestidos hasta con quienes irían, todos emocionados a excepción de ella, pero de pronto, sucedió lo que ella jamás esperaría. Niko, el muchacho más guapo y codiciado por todas las mujeres de la escuela se le acercó corriendo a Linda y dijo:
-¡Linda!, ¡espera! Hay algo que debo decirte.
- ¿qué pasa?- respondió Linda con sorpresa y timidez.
-Es solo que… no sé, tal vez…
-Tal vez… ¿qué?
-Bueno, pues ya sabes que se acerca el baile de fin de año y pues… me preguntaba si te gustaría ir conmigo al baile.
Linda se quedó sin palabra alguna, ni siquiera sabía si era real lo que estaba pasando, lo único que ella podía pensar era "¿es posible? ¿Será acaso que el chico más lindo de toda la escuela esté invitándome al baile?" se quedó completamente atónita.
-¿entonces?, ¿qué me dices?- pregunto Niko con gran ansiedad.
- Por supuesto que ¡sí!- respondió Linda con gran emoción.- El único problema son mis padres, tengo que convencerlos, pero con mucho gusto iré.
Linda se despidió de él y fue corriendo a su casa a contarle a su madre, quien por primera vez la escuchó y le dio permiso de ir a la fiesta.
El día del gran baile por fin había llegado y Linda estaba completamente feliz y emocionada, se había arreglado como una princesa y justo cuando iba a irse, su padre muy enojado le gritó:
-¿A dónde crees que vas? Ni pienses que iras a ningún lado, tú te quedaras en esta casa encerrada por siempre.
Linda no pudo resistir las palabras que había dicho su padre, se enojó y enfureció tanto que salió corriendo de su casa sin siquiera pensarlo, huyó de ella.
Corría y corría sin cesár y sin mirar atrás, lo único en lo que pensaba era en no volver a ver a sus padres nunca más y no paraba de llorar.
Se adentró en el bosque sin pensarlo y sin ver siquiera a donde iba, solo se hacía cada vez más oscuro con medida en la que se adentraba al bosque más y más. No podía ver y no paraba de correr, hasta que de pronto tropezó con una rama y cayó al suelo, golpeándose en la cabeza y quedándose desmayada.
Estaba en el suelo, en medio del bosque y en medio de la nada, no había quien la pudiera ayudar, cuando de pronto, se acercó una rara criatura de cuatro patas y una larga cola, quien ella solo pudo ver la silueta. Llegó a ella y le lamió la cara, no era más que un hermoso caballo apalusa.
El caballo, le lamió la cara y la acomodó de tal forma que la pudiera subir a su lomo, adentrándola al campo y llevándola a un lugar desconocido.
En la mañana, el hermoso caballo apalusa comenzó a lengüetear a Linda hasta que ella despertó, sin tener la más mínima idea de en donde se encontraba, lo único que sabía era que había amanecido en pastura de caballo.
Linda comenzó a acariciar al caballo y jugar con él, cuando de pronto se acercó un señor diciendo:
-Veo que ya despertó señorita, ¿cómo durmió?
-Buenos días señor- respondió con extrañes- disculpe pero, ¿quién es usted? Y ¿cómo llegue aquí?
-Pues, al parecer resbaló en el campo y se desmayó, pero por suerte te encontró uno de mis caballos, su nombre es Pecas y te encuentras en mi rancho, un lugar que yo he creado para cuidar de mis caballos.
Linda quedó completamente asombrada de lo que había hecho el caballo, le había salvado la vida, además, quedó completamente enamorada del lugar, era un lugar mágico y asombroso, con grandes campos verdes y hermosos caballos corriendo por todo el lugar, aunque había uno en especial que había llamado su atención, su nombre era Pecas, el caballo que le salvó la vida.
-Ahora cuénteme señorita- dijo el señor- ¿por qué tuvo que entrar al bosque en la noche? ¿No sabe lo peligroso que es? Pudo haber muerto.
-Pues vera señor, ya estaba harta de mis padres, jamás me apoyaron y solo me exigían y restringían, no podía aguantar más así que sin pensarlo huí, además, no sé qué hare, cuando vuelva a mi casa ellos me mataran.
-Pues ese es un gran problema señorita- dijo el señor- no debió de haber huido así de su casa.
-Lo sé, ahora lo sé.
Linda trato de relajarse en el lugar y se dio cuenta de lo magnifico que era ese lugar, no querría dejarlo nunca, lo cual logró ver el señor y él le dijo.
-sabes, tengo una idea, tú has quedado enamorada de este lugar y a mí no me vendría mal una ayuda, que te parecería quedarte aquí y ayudarme.
-¿De verdad cree que pueda hacer eso?- respondió Linda con gran emoción.
- Por supuesto que sí, pero tienes que volver a casa y resolver tus problemas con tus padres, contarles lo sucedido y venir todos los días aquí, ¿te parece?
-Pero claro que sí, me parece perfecto.
Linda volvió rápidamente a su casa con Pecas, habló con sus padres, les contó lo ocurrido y les pidió disculpas, diciendo que jamás lo volvería a hacer pero que necesitaba del apoyo del que nunca le dieron, al que los padres accedieron sin protesta; y linda, bueno, linda volvió a su lugar favorito del mundo todos los dias para ayudar y aprender, siendo inseparable de su gran amigo Pecas y convirtiéndose así en "La Niña de los Caballos"
 
 
 
 
 
Editor: Estefanía Roque Vargas